¿Por qué una marca personal?
Si has escuchado ya sobre la marca personal, entonces tienes que saber por qué es importante antes de ver cómo construirla. Para hacer esto lo más sustancioso posible e ir a los pasos que te mostraremos, básicamente una marca personal que está bien definida puede llegar a potenciar en gran medida todas las fortalezas que nos permiten diferenciarnos de los demás y destacar, como ves, un objetivo que perseguimos los emprendedores en el mercado de hoy.
Entonces, ¿por qué una marca personal? Porque reconocemos la importancia de la percepción de los demás con respecto a nosotros, lo que transmitimos y los valores que comunicamos, aumentando la posibilidad de generar una recomendación y una imagen positiva que también pueda favorecer lo que hacemos.
Ahora sí, partiendo de esto, tenemos la energía suficiente para no solo ver los pasos que nos van a permitir construir una marca personal, sino que nos darán la motivación para seguir trabajando constantemente en ella.
¿Cómo construir una marca personal?
Una marca personal no debe ser algo que se deje de últimas, sino que requiere de una planeación detallada en la que también dialoguemos con nuestros intereses, objetivos y necesidades. Es por eso que es necesario volver a ellos para construir una marca personal sólida. Empecemos:
Define cuáles son tus objetivos
Nuestro camino inicia con la definición de nuestros objetivos. Hacerlo desde este momento es clave, dado que nos permite empezar con pie derecho y con la mirada hacia el punto de llegada, lo que nos va a facilitar la construcción del camino y los recursos necesarios para llegar a ellos. Aunque si bien no es necesario limitarlos, lo que sí es importante es priorizarlos, asegurándose de que sean específicos, alcanzables, medibles, realistas y cuantificables en un rango de tiempo.
Es importante reconocer que pueden ser objetivos de distinta índole, pero establecerlos será nuestro mapa. Así, es posible que tus objetivos estén relacionados con aspectos como el aumento de las ventas, una visión a futuro de ti y tu negocio, la posibilidad de aumentar tu número de oportunidades, tener otro canal de ingresos, asumir nuevos retos profesionales, etc.
Identifica quién es tu público objetivo
Ahora que sabemos qué queremos lograr, es momento de pensar en a quiénes queremos hacer visible principalmente nuestra marca personal. Este elemento es fundamental porque al igual que los objetivos, nos va a permitir determinar hacia quiénes irán dirigidos también nuestros esfuerzos en paralelo.
Aquí debemos considerar que identificar quién es nuestro público objetivo puede estar sujeto a distintas variables que atienden también a los objetivos que hemos establecido en el punto anterior. De esta manera, es posible que nuestro público potencial sean clientes, proveedores, contactos del mercado, referentes, competidores, colegas, entre otros.
Determina tu tono y el mensaje que quieres transmitir
Ahora que tenemos nuestros objetivos planteados es momento de pensar en los recursos que necesitamos para llegar a ellos. Es por eso que el siguiente paso consiste en determinar cuál es el mensaje que queremos dar y en este sentido, el tono de la comunicación que queremos que tenga. Esto es, qué queremos decir y cómo queremos decirlo, un aspecto que aunque parece sencillo, es ciertamente muy complejo.
Si quieres transmitir un mensaje conciso, positivo, que genere confianza y con un tono cordial pero cercano, entonces debes tener estas características en cuenta para construirlo. Define si quieres que tu mensaje sea formal o tenga un lenguaje natural, más informativo, que genere emociones, entre otras opciones. Eso sí, no olvides priorizar el objetivo y tener en cuenta tus valores hasta el final.
Trabaja en la imagen corporativa
Para seguir construyendo nuestra marca personal es fundamental tener un buen diseño de la imagen corporativa, pues será lo primero que se verá de nosotros en el mercado. Es por ello que contar con un diseño que evidencie nuestros valores y aspectos característicos es fundamental para la marca en general.
Así, es importante que la imagen logre comunicar los conceptos que queremos resaltar de la marca, incluir objetos que agreguen valor al perfil de la marca personal y reflejar la identidad a través de una tipografía adecuada, colores y elementos que sean capaces de transmitir emociones.
Crea un plan de acción
Este es un proceso que debe ser planeado de inicio a fin, razón por la que las acciones también han de prepararse. Una buena forma de hacerlo es creando un calendario de acciones en el que ubiquemos aspectos como las fechas de publicación en redes sociales, actualizaciones y novedades en sitios web, publicación en blogs, lanzamiento de vídeos, creación de e-books, entre otros.
De esta forma ya tendremos organizadas las acciones que realizaremos, con la posibilidad de ir examinando su regularidad y frecuencia, días clave de publicación para no saturar a la audiencia, entre otros aspectos. Ten en cuenta que esta planificación de acciones debe estar sujeta a nuestros objetivos, de forma que sincronizados, puedan darnos las condiciones para llegar a ellos.
Registra los movimientos
Para realizar un análisis posterior, es necesario que nos tomemos el tiempo de registrar los movimientos y procesos que vayamos realizando. Para ello puedes hacer uso de las nuevas tecnologías midiendo los resultados que van teniendo las publicaciones, el alcance y las interacciones que se generan en la red.
Toda esta información debe quedar registrada, dado que será la base fundamental que nos servirá para las siguientes acciones y la implementación de estrategias a futuro para la mejora de nuestra marca personal.
Analiza los resultados
Hecho todo lo anterior y con los registros en mano, es momento de iniciar el proceso de análisis de las acciones que hemos desarrollado. Para ello es necesario que implementemos alguna métrica que nos facilite la reunión de la información de acuerdo a la información concreta que quieras recolectar.
Podemos medir el alcance de los seguidores a los que hemos llegado, siguiendo la cantidad de nuevos usuarios vinculados, también la capacidad de fidelización con clientes frecuentes, la cantidad de visitas que recibimos en nuestros canales en línea, las interacciones a través de los comentarios, suscriptores, menciones, entre otros.
Recuerda que una marca personal muy bien trabajada es capaz de posicionarnos a un nivel favorable entre todos, de forma que nuestra voz pueda ser mucho más visible y reflejando una imagen mucho más profesional que dé cuenta de nuestros valores, compromisos y cumplimiento. Eso sí, si la trabajamos diariamente. Conoce más estrategias y consejos en nuestras secciones para emprendedores.