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Ciberataques: qué son y tipos de ciberataques que debes conocer

Índice

Ciberseguridad para tu negocio digital

Hablar de ciberseguridad es cada vez más necesario si estamos en el mundo digital, pues las empresas que cuentan con presencia web se enfrentan constantemente al riesgo de sufrir ciberataques que pueden llegar a ocasionar importantes daños en el funcionamiento a distintas escalas, incluso sin saberlo de inmediato.

Es por ello que en esta ocasión te contaremos de qué se tratan los ciberataques y cómo, a través de la ciberseguridad, que nos permite proteger nuestra información en la red, podemos reducir los riesgos. También te contaremos cuáles son los tipos de ataques que puedes prevenir teniendo en cuenta la importancia de tomar medidas que te permitan contar con un entorno informático mucho más seguro para la información de tu empresa y su funcionamiento a nivel general.

¿Qué es un ciberataque?

Empecemos por definir este concepto que se convertirá en la idea central de este apartado. Pues bien, se trata de una serie de acciones calificadas como ofensivas, debido a que operan en contra de los sistemas de información de un sitio, ya sea redes informáticas, bases de datos, entre otros.

El objetivo principal del ciberataque consiste en dañar, destruir o crear modificaciones a una organización, empresa o persona. Adicional a ello, pueden lograr la anulación de los servicios que ofrecen, infiltrar canales que les permitan espiar o uno de los objetivos más peligrosos, el robo de información y datos.

¿Cuáles son los tipos de ciberataques?

A nivel general es posible clasificar los ciberataques en tres grupos principales de los cuales también se desprenden algunas otras prácticas que debemos tener en cuenta. Veamos cuáles son y cómo funcionan:

Phishing attacks

La primera categoría que encontramos es el phishing, un tipo de ingeniería social que usualmente se usa con el fin de robar datos de usuario. Es así que se suele incluir con frecuencia casos de robos de números de tarjetas de crédito, contraseñas, entre otros, perjudicando sustancialmente la información de los usuarios de forma directa.

ciberataques

Este tipo de casos se suelen desarrollar cuando un delincuente se hace pasar por alguien de confianza, lo que le facilita engañar a la víctima y así ingresar a esta información a través de canales como SMS, correos electrónicos, mensajes de texto, entre otros, usando un enlace malicioso. De esta manera, el enlace congela el sistema y le permite acceder a información confidencial, ya sea a través de la revelación de la información o la instalación de un malware.

Otros casos

Bajo esta misma modalidad, encontramos otras formas de ciberataque que hacen parte de esta primera categoría. Estas son el spear phishing y el whaling. Aquí te contamos cómo funcionan específicamente:

Spear phishing

Se refiere a ataques informáticos cuyo principal objetivo es una persona o integrante del personal en específico, también de una empresa o compañía en particular. En estos casos, los delincuentes se encargan primero de recopilar información de la víctima con el fin de ganar su confianza. Así, las víctimas suelen caer en el ataque a través de un enlace o documento. Suele ser una de las formas de ataque más frecuentes para atacar a personas influyentes, bancos, empresas, entre otros.

Whaling

Esta segunda modalidad dentro de la primera categoría, consiste en los ataques en un perfil de alto directivo. Se ubica dentro de esta categoría dado que el objetivo es el mismo que en los casos anteriores y es el robo de información, esta vez de quienes ocupan los puestos más altos de una empresa, quienes suelen tener acceso a información confidencial. Aquí no solo puede darse el robo de información sino incluso generar que se realicen transferencias electrónicas.

Malware attacks

En la segunda categoría encontramos los ciberataques que se desarrollan a través de un malware. Un malware es un tipo de código creado con el fin de corromper de manera sigilosa un sistema informático. En general, se puede asociar con cualquier programa que resulte perjudicial para los demás que estén operando en su mismo entorno. De esta manera, es un elemento que puede invadir, deshabilitar o destruir sistemas informáticos, móviles, ordenadores, entre otros, apropiándose incluso del control de las funciones.

El objetivo de este tipo de agentes maliciosos suele ser obtener dinero del usuario de forma ilícita. Una de las características principales de este tipo de elementos es que no puede dañar el hardware de los demás sistemas, aunque sí le será posible borrar información, modificar datos, robar, espiar, cifrar o inhabilitar funciones de un ordenador. Estas acciones pueden incluso pasar desapercibidas por el usuario.

Otros casos

Dentro de esta categoría también podemos identificar algunas otras modalidades que se desarrollan. En este caso, encontramos el secuestro de datos, troyano y las descargas automáticas. Veamos cómo funcionan:

Secuestro de datos o ransomware

En el primer caso tenemos un tipo de software malicioso que se encarga de ingresar al equipo y le facilita al hacker accesos con los que puede incluso bloquear el dispositivo desde cualquier lugar. Adicional a ello, también puede encriptar los archivos, de forma que el usuario no tenga control de la información almacenada. Es un modo que puede operar infectando un sistema operativo para lograr su objetivo.

Troyano

Continuamos con otro de los casos que se pueden generar en este entorno. El turno es para el troyano, un tipo de programa de software malicioso que se camufla como una herramienta y se propaga a través de un software con el fin de persuadir al usuario para que lo instale. De esta manera, el usuario cae en el engaño y una vez está activo, el delincuente puede robar información confidencial o espiar, aunque no se pueden autorreplicar. Es un modo usado principalmente para robar información financiera.

Descargas automáticas

Este es uno de los modos más frecuentes a través de los cuales se puede propagar un malware. En este caso, los delincuentes van en búsqueda de sitios web para instalar un script malicioso dentro del código PHP o HTTP. El script puede instalar también un malware en el dispositivo del usuario en el momento en el que ingrese al sitio. Sin embargo, también puede redirigir al usuario a un sitio controlado por el delincuente. La afectación se realiza aún cuando el usuario no ha realizado ninguna acción, apenas la visita al sitio.

Web attacks

Finalmente en nuestra lista de categorías tenemos los web attacks o en español, los ataques a una web. Aquí también encontramos dos modalidades muy importantes que debemos identificar para empezar a tratar. Estos son la inyección SQL y los ataques XSS. Veamos cómo funcionan:

Inyección SQL

Este es otro de los casos más comunes que se suelen encontrar en el entorno web. Consiste en un método de infiltración a través del cual es posible aprovechar la vulnerabilidad informática de una aplicación usando un código intruso. En este sentido, los errores de diseño se convierten en el escenario ideal y clave para que se desarrollen los ciberataques. Así, con frecuencia, este tipo de casos se convierten en un riesgo potencial para las bases de datos, principalmente.

Entre las acciones más importantes de la inyección SQL se encuentran ralentizar el funcionamiento de un sitio, así como la corrupción de los datos, denegación de acceso a cualquier empresa, toma de control total del servidor, robo o pérdida de la información, entre otras.

XSS o Cross site scripting

Por otro lado, tenemos este tipo de ataques que implementan recursos web de terceros con el fin de generar secuencias de comandos en el navegador de la persona a la que afectan, aunque también pueden hacerlo en la aplicación. Se les conoce también por ser un tipo de inyección donde el delincuente envía secuencias de comandos maliciosos al contenido de páginas web con el fin de desacreditarlas.

Ciberseguridad

Con frecuencia estos casos ocurren cuando una fuente dudosa adjunta su propio código en las aplicaciones web. De esta manera, se envía en forma de fragmentos de código Javascript ejecutados por el navegador del usuario.

Para saber qué hacer en caso de ser víctima de un ciberataque, es crucial que primero podamos identificar cuáles son los que más se generan en el entorno digital, como lo hemos hecho anteriormente. No dejes de visitar nuestra sección Digital, donde te contamos mucho más acerca de ellos y cómo proteger tu negocio de las amenazas que asechan.

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