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Paso a paso para iniciar un negocio en Portugal – Requisitos

Índice

¿Qué requisitos de negocios hay en Portugal?

Portugal es un excelente país para hacer negocios, con una economía estable y trámites amigables para emprender un negocio, se ha convertido progresivamente en un destino tentativo para cientos de empresarios que buscan establecer una empresa desde el extranjero, por su ubicación en la costa oeste de Europa, supone una excelente zona para empresas cuyos directores pertenecen a la comunidad económica europea, debido a su conexión con la costa, factor que los hace geográficamente correctos para emprender de forma fácil.

Iniciar un negocio en Portugal es sencillo, los residentes extranjeros que deseen emprender deben seguir requisitos como, en primer lugar, obtener un número de contribuyente que, se solicita ante la oficina de impuestos de Portugal, luego, el empresario deberá solicitar un número de seguridad social, ante la oficina de seguridad social portuguesa.  

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Una vez obtenidos estos dos documentos, se deberá proceder a solicitar una tarjeta de residencia portuguesa, y en el caso de aquellos  ciudadanos que provengan de un país no perteneciente a la Comunidad Económica Europea, deberán solicitar un permiso de trabajo y una solicitud de residencia para poder empezar operaciones dentro del país.

Además, los ciudadanos que provengan fuera de la unión europea pueden optar por solicitar la Golden visa, un programa diseñado por el estado de Portugal para atraer constantemente nuevos inversionistas extranjeros a la región.

El procedimiento para la incorporación de una empresa se inicia en primer lugar, cuando la empresa verifica su nombre en el registro nacional de entidades colectivas o RNPC, una vez se verifica que el nombre está disponible para el registro, y se puede hacer una reserva de 48 horas seguido del pago correspondiente a la reservación, de no estar disponible se puede elegir un nombre pre aprobado por el mismo RNCP.

Una vez hecho el trámite de verificación de nombre, el empresario deberá empezar los trámites para el certificado de registro, presentando la solicitud, seguido de los estatutos correspondientes, el certificado de aprobación del nombre, adjuntando demás documentos convenientes, junto con la copia de pasaportes de los integrantes de la empresa a registrar, muestras de firma y formularios especiales, se deberá presentar estos documentos a más tardar 15 días luego de la incorporación de la empresa, tras recibir estos documentos, la autoridad portuguesa entregara el número de contribuyente corporativo, el número de seguro social de la compañía y la respectiva declaración de inicio de actividades comerciales de la misma.

Igualmente, se debe tener una cuenta bancaria, lo cual es requisito fundamental para llevar a cabo todas las labores de registro, de manera que el capital de inversión va a ir invertido en esta cuenta, además de esta, la empresa deberá tener un contador adherido a la nómina de la empresa.

Existen varios modelos en los cuales la empresa radicada en Portugal puede declararse tales como, la sociedad de responsabilidad limitada, la sociedad anónima de responsabilidad limitada, sociedad limitada en comandita, sociedad general y la sociedad de responsabilidad limitada de un solo accionista.

La figura de sociedad de responsabilidad limitada es la más recomendada para las pequeñas y mediana empresas que deseen emprender con poco capital, la responsabilidad de cada accionista estará limitada a su contribución.

Este modelo debe tener por lo menos dos fundadores y requiere un capital mínimo social de 5000 euros, la gestión de la empresa estará designada por un director seleccionado por la junta de accionistas, quien será la máxima autoridad y llevará la responsabilidad de la dirección de la empresa.

La sociedad anónima, es la figura ideal para los accionistas que deseen invertir un capital mucho más grande, esta sociedad tiene más libertades y protección, cada accionista deberá aportar un mínimo de capital social, estimado en los 50.000euros, es necesario la presencia de un mínimo de 5 accionistas para poder utilizar esta figura. 

La responsabilidad de estos se limita a la cantidad de capital provista en su contribución, esta figura requiere de una junta directiva que, será monitorizada por un consejo supervisor, ambos estarán designados por la junta de accionistas.

La sociedad limitada en comanditas, es una figura un poco más universal, deberá tener un mínimo de dos socios, de los cuales uno tendrá el control completo de la empresa, aceptando todas las responsabilidades por la gestión de la misma, el segundo socio tendrá responsabilidad limitada y deberá aportar capital social mínimo a la empresa.

La sociedad general, también se compone de dos socios, en esta figura ambos tienen total responsabilidad sobre la empresa, a su vez ambos pueden tomar decisiones en carácter directivo sobre las operación y administración de la empresa, en igualdad de condiciones, en esta figura no será necesario un aporte de capital social mínimo.

La responsabilidad limitada de un solo accionista, está diseñado para emprendedores solos que quieren emprender dentro del país, no es requerido un capital mínimo social para empezar la empresa, solo requerirá un director y un accionista como mínimo para empezar, además estos pueden provenir de cualquier nacionalidad con el debido permiso solicitado.

Otra figura importante para emprender, sobre todo cuando una empresa extranjera desea establecer una extensión de la empresa matriz,  es la sucursal, esta debe estar registrada a nivel del nombre y solicitar documentación de registro de la misma sucursal ante la oficina de registro comercial, presentando elementos como, el documento constitutivo de la empresa matriz, confirmación de la junta directiva de la empresa matriz, en relación al establecimiento de la sucursal y un poder notarial.

La sucursal puede beneficiarse de los tratados de doble imposición, firmados con países de todo el mundo, la empresa sólo deberá probar que está pagando impuestos en el país de origen.

Muchos empresarios pueden evitarse los trámites de registro, adquiriendo una empresa ya constituida, con una base de clientes ya existentes y un registro de actividades. Esta empresa consolidada puede estar lista para operar al momento en que se realice la transferencia de propiedad de la empresa y se designen las respectivas juntas.

Financiación en Portugal

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Hay más de 20 bancos en Portugal que tienen diferentes ofertas de préstamos hipotecarios y es aconsejable que el inversor  las compare todas, ya que las ofertas varían según el perfil del cliente. Aunque es imposible ir a cada agencia bancaria y pedir una propuesta individual, hay ciertos sitios web en Portugal que pueden ayudar con el proceso.

Comparación por ejemplo, es la plataforma de comparación líder en Portugal y compara todas las ofertas de los bancos portugueses cuando se trata de préstamos hipotecarios. Sólo se tiene  que acceder a esta página y rellenar el perfil en la parte inferior de la página. Después de eso, uno de los consultores especializados analiza el  perfil y agrega las ofertas que más convengan.

Tipos de contrato que se manejan en Portugal

Uno de los  principio básicos que impregna el derecho de los contratos en Portugal, como en otros paises  es el de la buena fe. De acuerdo con este principio, cuando se hace un contrato, y más tarde, al ejecutar este contrato, las partes deben cumplir con los requisitos de la buena fe.

Como tal, este principio es generalmente establecido en el Código Civil. Sin embargo, estos requisitos, aunque que se derivan de una noción objetiva de buena fe, no se establecen directamente en cualquier fuente legislativa, sino que han sido ampliamente elaborados en la literatura jurídica de influencia portuguesa y sobre todo europea.

Antes de aceptar su contrato de trabajo, es esencial familiarizarse con el derecho laboral en Portugal. Seguidamente se describen algunos de los tipos de contratos que se usan en el país.

La edad mínima para trabajar en Portugal, es de 16 años. A partir de los 18 años, una persona puede obtener un contrato de trabajo sin completar la escuela. Hay varios tipos de contratos de trabajo en el país.

Contrato de duración determinada

En este tipo de contrato, la duración limitada en el tiempo es de generalmente seis meses, pero puede ser más corto o más largo, hasta un máximo de tres años.

Contrato de duración indeterminada

El tiempo que dura es el necesario para sustituir a un empleado ausente o para completar una actividad, proyecto o tarea prevista en el acuerdo. Este contrato no puede durar más de seis años.

Contrato de muy corta duración

hasta un máximo de 60 días. Esto sólo es posible en casos especiales como el trabajo agrícola estacional o los eventos turísticos.

Contrato intermitente

Las empresas que lo utilizan suelen realizar una actividad estacional intermitente o de intensidad variable, en la que el empleado trabaja durante un período, seguido de uno o más descansos. Los empleadores deben ofrecer contratos a tiempo completo por un mínimo de seis meses anuales, con cuatro meses de empleo consecutivo.

Contrato a tiempo parcial

Las horas de trabajo semanales no deben superar el 75 por ciento de las horas trabajadas a tiempo completo. Puede dar lugar a una reducción de las horas diarias o del número de días de trabajo por semana.

La ley portuguesa exige que los contratos de trabajo de duración determinada, los contratos de duración indeterminada, los contratos intermitentes y los contratos a tiempo parcial se establezcan por escrito. Este requisito no se aplica a los contratos de muy corta duración.

Las horas de trabajo pueden ser ligeramente diferentes al horario de costumbre. Un día típico de trabajo en Portugal comienza a las 9 de la mañana hasta la 1 de la tarde con una pausa de dos horas para el almuerzo, y luego se reanuda a las 3 de la tarde hasta las 7 de la tarde.

La semana laboral máxima legal en Portugal es de 40 horas. El derecho a vacaciones anuales es de 22 días laborables. También hay 12 días festivos obligatorios y dos opcionales. Por lo general, todos los empleados reciben una bonificación equivalente a un mes de salario en junio y en diciembre.

Igualmente, si se trabaja en Portugal como extranjero y con el permiso respectivo, se tendrá los mismos derechos que un portugués en cuanto a salario, condiciones de trabajo, vivienda, formación profesional y seguridad social.

El contrato de venta de bienes

Este contrato se ejecuta a menos que las partes determinen lo contrario, la transferencia de la propiedad tendrá lugar inmediatamente después de la conclusión. La transferencia será ejecutable con respecto al tercer apartado 186 de la ley portuguesa, una vez que se registra la misma.

Las partes pueden determinar que la propiedad sobre los bienes vendidos se transferirá sólo a un determinado en una fecha posterior, pero también pueden optar por concluir un contrato preliminar (contrato-promesa) por el cual intercambian promesas de entrar en un contrato de venta de bienes.

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