Saltar al contenido

Consejos para combatir el miedo a emprender

Índice

Enfrenta tu miedo y emprende

Iniciar un negocio propio, abandonar la idea de ser empleado y optar por seguir nuestro sueño, sabemos, es una decisión fundamental en nuestro proyecto de vida que muchas veces se ve truncado por el miedo a emprender. Contrario a lo que podríamos pensar, en algún momento el miedo surgió también en los grandes empresarios de éxito, sin embargo, sonaba más fuerte la pasión por su sueño y de ahí que ocupen los lugares que ocupan hoy.

Como seres humanos, es natural que le temamos a lo desconocido, en especial cuando es algo en lo que hemos pensado en mucho tiempo, pero la clave está en no dejarse vencer por ese miedo y permitir que se convierta en un obstáculo para cumplir tu sueño. Es por ello que te presentamos hoy una serie de consejos con los que podrás empezar a enfrentar y posteriormente, combatir ese miedo para iniciar.

Recuerda que cada emprendedor lleva un proceso distinto, por lo que te recomendamos no comparar el tuyo con otros, sino tomarlos como referencias no determinantes de tu propio camino. De esta manera, podrás identificar tus debilidades y fortalezas para mejorar.

¿Cómo perder el miedo a emprender?

Sabemos que no basta con decir, “lánzate al mercado”, en realidad, lanzarse implica una preparación que nos permita empezar a trabajar en cómo vamos a salir al mercado con nuestro negocio y en ello, un reconocimiento e investigación de varios procesos que nos forman como emprendedores. Empecemos:

Define tu idea de negocio

Uno de los factores que genera el miedo a emprender, se debe precisamente a no tener una idea concreta de negocio, pues podemos pensar en varias alternativas pero no existe una inclinación clara por una u otra. Aquí decidir qué queremos hacer y cómo, es determinante para empezar a eliminar el miedo.

Aunque de esto te hablamos en otros apartados, elegir la idea de negocio con la que vas a emprender implica no solo revisar que sea rentable y viable en el mercado, es decir, que exista una demanda a la que puedas ofertar un producto o servicio diferente, sino también que este, te apasione, interese y sea de tu agrado. La combinación de estos dos elementos será crucial para iniciar.

Plantea tu plan de negocios

Una vez tengas tu idea de negocio, es decir, sepas qué vas a ofrecer en el mercado a partir de una revisión cuidadosa del mercado, es momento de empezar con la redacción de un plan de negocios, el cual se convertirá en la ruta o el camino que seguiremos para cumplir nuestros objetivos y que en esta medida, nuestro negocio crezca.

Este documento nos permitirá no solo hacer una descripción detallada del croquis de nuestro negocio, recorriendo cada departamento y sus necesidades, desde el capital de inversión hasta cómo vamos a darnos a conocer, sino también las metas y los objetivos que nos plantearemos a diferentes períodos de plazo, junto con las estrategias diseñadas en pro de su alcance. Recuerda que este documento será necesario para buscar inversionistas, en caso de requerirlo.

Presta atención al mercado

Aunque este consejo puede aplicarse a cualquier parte del proceso de emprendimiento en cualquier etapa y trayectoria, aparece esencialmente en este primer momento como una estrategia fundamental para que el emprendedor pueda encontrar un público al qué ofrecerle sus productos o servicios, y de esta manera, no considere que su negocio no prospera.

Prestar atención al mercado implica escuchar e identificar las necesidades de los clientes en función de sus intereses, hábitos de consumo, posibilidad económica, lugar de ubicación, preferencias, etc. Es importante comprender que el mercado permanece en movimiento y que las circunstancias sociales, económicas, etc., influyen en las relaciones de clientes y negocios. Conoce qué quieren tus clientes para atender a sus necesidades y conectarte con ellos.

No dejes de lado las redes sociales

Si has echado un vistazo a nuestra sección de Marketing, te habrás dado cuenta que las redes sociales es uno de los temas en los que más insistimos, dado que ofrece una gran variedad de posibilidades de crecimiento para los negocios en cualquiera de sus etapas, en especial porque respaldan los emprendimientos y permite que los emprendedores puedan conocer más a su público, lo que progresivamente va despejando el miedo a enfrentarlo.

Revisa las funciones de cada red social para elegir la que mejor se acomode a lo que tu negocio necesita. Recuerda que tenemos allí también una serie de consejos para que elijas la mejor plataforma de red social para ti. Eso sí, la constancia y el contenido de valor son los pilares más importantes para obtener mejores beneficios.

Considera abrir un blog

Sabemos que este es un tipo de espacios que requieren de mucho tiempo de trabajo, pues implica desde la planeación de los temas a partir de los intereses del público objetivo, hasta el desarrollo, publicación y comunicación con la comunidad lectora, sin embargo, no por ello deja de ser una de las mejores herramientas de publicidad, en especial, en esta primera parte del proceso.

Puedes abrir un blog de manera gratuita recurriendo a sitios como WordPress, donde encontrarás plantillas diseñadas para empezar a publicar tu información. Emplear el blog permite que puedas dar a conocer de manera general y profunda, a la vez, las posibilidades de tu producto o servicio, pero también información útil y de valor en relación con ella, acudiendo a recomendaciones, artículos de interés, etc.

Considera que los retos serán constantes

Un requisito para el rendimiento de un negocio implica la toma de decisiones y enfrentarse a retos constantemente, precisamente si tenemos en cuenta que un emprendedor debe saber que a lo largo de su proceso tendrá que atender a desafíos del mercado que le llevan insistentemente a innovar en su negocio para poder alcanzar las metas que se ha planteado desde el inicio.

Si consideramos que los retos que tendremos que asumir se presentarán de manera constante y que la innovación hace parte de ellos pues fomenta la creación y formulación de nuevas ideas, estrategias y propuestas, entonces podremos empezar a minimizar el miedo de emprender y de cada uno de los pasos siguientes, pues sabemos que el miedo, pese a su presencia, debe también motivarnos para crear nuevas formas de hacer las cosas.

Continúa formándote

Es importante que sepas que el emprendimiento implica estar aprendiendo constantemente. El emprendedor nunca detiene su formación, en especial si tenemos en cuenta que debes tener conocimiento de todos los departamentos que hacen parte de tu actividad, de manera que debes tener idea acerca del funcionamiento del marketing, producción de tu producto, formulación de estrategias y más.

Este es un proceso continuo en el que las necesidades del mercado y las soluciones que proyectes te irán mostrando caminos de aprendizaje necesarios para una mejor gestión de lo que haces. Esta formación, sin duda, fortalece tus competencias y contribuye sustancialmente con el miedo de emprender.

Investiga a tu competencia

Si tienes una idea de negocio definida, no está de más empezar realizando una investigación acerca de todos los negocios que se encuentran en el mismo nicho y que ofrecen productos y/o servicios similares a los tuyos. Conocer tu competencia e identificar características de operación, como las fortalezas y debilidades, trayectoria y demás, se convierte en material de trabajo para ti y tu negocio.

Si observas cómo se han ganado su lugar en el mercado, podrás inspirarte y empezar con la formulación de tus propias estrategias para emprender con el pie derecho tu negocio. Recuerda también analizar su público objetivo y cómo atienden a sus necesidades.

Rodearte de personas que apoyen tu emprendimiento desde fuera, como familiares y amigos, es una gran fortaleza para emprender sin miedo. Sin embargo, si emprendes con un equipo de trabajadores, su energía también será crucial en todo el proceso, por lo que recomendamos cuidar muy bien de quién te acompaña en este proceso, pues es importante un respaldo positivo que te fortalezca como parte del proceso de emprender.

Leer