¿Qué es una sociedad anónima?
Es un modelo de sociedad que permite su constitución a partir de los aportes que realicen los socios. Se caracteriza fundamentalmente porque es posible cotizar en la bolsa de valores, lo que le permite ser uno de los modelos más destacados con fines de crecimiento económico sustanciales.
Una sociedad anónima es una sociedad de tipo capitalista, dado que su funcionamiento dependerá de su número de socios, el capital se conforma desde las acciones y los aportes de los socios. Tiene una personalidad jurídica, de manera que le es posible tener a su nombre bienes y derechos.
Conoce más acerca las sociedades aquí.
Características de una sociedad anónima S.A
Es importante tener en cuenta que este tipo de sociedad está en la obligación de pago de deudas y de realizar actos jurídicos, como lo serán las donaciones y los contratos. Además, posee la capacidad de comparecer ante juicio o frente a las administraciones públicas para el cuidado de sus derechos y defensa propia.
Una sociedad anónima debe contar con una Junta General, la cual requiere de la elección de los administradores de la empresa quienes son los encargados de tomar las decisiones e ir fijando el rumbo de la sociedad. En la red de administradores se debe elegir un único administrador que será el representante más importante, mientras que los demás serán denominados administradores mancomunados.
Razón social: es el nombre que tendrá la sociedad una vez esté constituida, la cual debe incluir la abreviatura S.A, que la definirá con el tipo de sociedad determinado ante el mercado y los organismos correspondientes. También se le conoce como denominación social.
Responsabilidad de una empresa con sociedad anónima: en este aspecto, el capital social conformado por los socios es el área que debe asumir la responsabilidad en función del aporte al capital que se haya realizado en el momento de la constitución y no los socios con su patrimonio personal. Sin embargo, frente a situaciones determinadas como fraudulentas por los jueces, serán los socios quienes respondan con estos procesos.
Socios: uno de los aspectos más importantes de este tipo de sociedad, tiene que ver con que los socios pueden ser trabajadores de la empresa o bien ser socios capitalistas. No existe un número máximo establecido para determinar la cantidad de socios que se requieren, no obstante, usualmente la sociedad anónima es iniciada por uno o cerca de cinco socios que también pueden ser accionistas.
En caso de que se inicie una sociedad anónima unipersonal, es decir, con un único socio, de forma automática se pierde la facultad de responsabilidad limitada, donde esta persona se convierte en el responsable de las deudas adquiridas de la empresa con
Capital social: el valor mínimo que se requiere puede variar de acuerdo al país, sin embargo, en la mayor parte de los casos, la sociedad anónima requiere que se desembolse al menos el 25% de este valor para poder iniciar sus actividades. Esto, mientras que el porcentaje restante se aporta, en función de acuerdos, en los estatutos de la empresa. Este capital social puede estar conformado por bienes o dinero que son valorados por un experto.
Requisitos: para la consolidación de este tipo de sociedad, se requiere que se cuente con una escritura pública, esto como documento principal obligatorio demandado por el Código de Comercio. Así mismo, es necesario tributar bajo el impuesto de sociedades y con el IVA. Los administradores de la sociedad, con su figura de socios, son quienes tributan a partir el régimen de autónomos, así, los demás trabajadores de la sociedad se someten al régimen general que aplica para ellos.
Capacidad jurídica: este tipo de sociedad sólo posee capacidad jurídica, de manera que no puede realizar operaciones por sí misma sin que esté presente la figura de un administrador sobre el cual se puedan realizar acciones en nombre de la empresa.
Pasos para crear una sociedad
Ahora bien, para la creación de esta sociedad, será necesario empezar por consultar los trámites específicos y documentación pertinente de acuerdo al lugar de origen, dado que mucha de la información aquí puede variar. Sin embargo, es posible reconocer rasgos generales que funcionan en muchas zonas.
Para iniciar, es necesario contar con el certificado de existencia y la representación legal de la empresa, la cual va a invertir en la constitución de la sociedad. Acto seguido, se debe protocolizar el contrato, en este documento deben estar presentes los estatutos de la sociedad, como la razón social, el domicilio de los socios o accionistas, el tipo de sociedad, el domicilio y en caso de que existan, las sucursales activas de la empresa. Este documento también debe señalar el capital social, el objeto social o la actividad de la empresa, los datos del representante legal, las gestiones a su cargo, las personas que harán parte de la junta directiva y finalmente el revisor fiscal.
Hecho lo anterior, será necesario obtener el RUT o NIT de la empresa, especialmente en el caso de que existan accionistas de procedencia extranjera. También se debe contar con las certificaciones y las cartas de aceptación de acuerdo a la actividad, procedentes de las entidades reguladoras.
Registro: en este paso, hablamos del registro de los libros de la compañía, pero también los libros de inversión extranjera.
Cuenta bancaria: es necesario abrir una cuenta bancaria que se haga en nombre de la sociedad, en la cual se depositará el dinero del capital social. Una vez se haya hecho esto, la entidad bancaria emitirá un certificado que deberá ser presentado para los siguientes pasos de la constitución de la sociedad.
Para finalizar, se deberá esperar el Boletín Oficial del Registro Mercantil, entidad que será la encargada de hacer pública la inscripción de nuestra empresa como sociedad.
Derechos de los socios
En la constitución de una sociedad anónima, los socios cuentan con una serie de elementos y participaciones medidas de acuerdo a la empresa. Es así que los socios podrán tomar parte de la repartición de los dividendos, así como también de la liquidación de la empresa. Podrán estar informados sobre el estado de la sociedad y demás aspectos relacionados con ella, tienen prioridad a la hora de adquirir acciones vendidas por otros socios y lo más importante, tienen participación en voto en las juntas, este varía de acuerdo al capital aportado.
Ventajas de una sociedad
Una de las principales virtudes de este tipo de sociedad, tiene que ver con que es una de las formas de constitución de una sociedad, gracias a que le es posible operar con un gran número de accionistas, que bien pueden elegir su participación en la bolsa, aunque es claro que requiere de un proceso de constitución, en algunos casos, mucho más complejo que otros modelos.
Se convierte en un tipo de sociedad ideal si se fija como uno de los objetivos principales, la captación de nuevos inversores a la empresa, dada su fácil incorporación. Los socios cuentan con una mayor libertad a la hora de tomar participación dentro de la gestión de la empresa y no requiere de un mínimo valor establecido de aporte al capital social.
No olvides que antes de empezar con los trámites, lo ideal es que cuentes con el respaldo de un experto en el área que te guíe para iniciar. Consulta con las entidades correspondientes los trámites y la documentación particular que requieres, pues en muchos países, algunos de los procesos pueden tener pequeñas variaciones.