¿Cómo ser un buen líder?
Ser un buen líder aún está en discusión si se nace o se hace, pues muchas personas nacen con habilidades de comunicación y sociabilidad que les facilitan el proceso y el liderazgo, mientras que otros lo desarrollan en el camino del aprendizaje y logran ser grandes líderes. Es por esta razón que no es posible determinar las fuentes, pero sí, una serie de factores que pueden contribuir de gran forma si estás en camino o ya eres líder y buscas fortalecer tus conocimientos para asumir el cargo de liderazgo.
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Un error común es el de confundir el término líder con el de directivo. Estos se diferencian en la medida en que el primero crece y fortalece su desarrollo personal con la repetición de una serie de hábitos que son positivos, los promueve y los integrantes de su grupo, trabajadores o simplemente seguidores, buscan repetirlos y adaptarlos. Mientras que el director, se encarga de mandar y dirigir a sus subalternos, sin ir mucho más allá de una reglamentación en cuanto a una organización o grupo determinado.
El proceso para acoplar y acoger las competencias y habilidades que más adelante expondremos, requiere de constancia y compromiso, no se es un buen líder de un día para otro, pues se necesita un entrenamiento y una familiarización con los términos para comprenderlos y de esta forma, trabajar con la información adecuada para la ejecución que pondremos en desarrollo.
Pasos para ser un buen líder
Sabemos que las claves que representan un gran porcentaje para llevar al éxito un buen proceso de liderazgo, son la lucha diaria y el compromiso con que ejecutemos este cargo. La otra parte del éxito corresponde a una serie de habilidades y competencias que veremos paso a paso a continuación:
Conocimiento propio
La definición de un líder será también, un conjunto de valores y experiencias que recogerá la persona en el camino. Para avanzar, debemos empezar por conocernos a nosotros mismos, lo que tenemos y de lo que carecemos o debemos mejorar para esta labor. Descubriremos y definiremos los valores con los que contamos, las cosas de la vida que nos apasionan y lo que nos motiva para mejorar nuestra calidad de vida, así como también fortalecer los proyectos y el desarrollo de nuestra persona.
Una vez hecho esto, podremos empezar a definir cuáles debemos fortalecer y cuáles nos faltan, los podremos en práctica y empezaremos el liderazgo con base en ellos. Estos valores serán fuente de inspiración para los integrantes del equipo o grupo.
Conocer el cargo
Para fortalecer y edificar el perfil de un líder exitoso, la persona debe conocer completamente el área en el que va a desempeñarse, en este caso su rol como líder. Esto le permitirá a la persona irradiar confianza y seguridad ante sus seguidores, pues si carece de esta, lo que generará en sus trabajadores es la sensación de desconfianza y no se creerá en su trabajo.
Adicional al conocimiento de cargo, el líder deberá conocer la gestión y el mecanismo de las estrategias que van a implementarse y de esta forma, atraer la motivación de los miembros de su equipo.
El autodominio
Es clave, como el autoconocimiento, el autodominio, pues una persona que no es capaz de dominarse a sí mismo, no podrá dominar a ninguna otra persona. Este carácter proporciona un ejemplo para los seguidores, pues se identificarán con este perfil que caracteriza a un buen líder e intentarán imitarlo.
Si una persona carece de esta habilidad, será un claro ejemplo de una persona a la cual no se debe seguir.
Es común que en el entorno que nos encontremos, ya sea laboral, familiar u otro, hayan personas que se crean y consideren en la condición de liderar sin contar con el autodominio, pues es una clara forma en que podemos evidenciar el incumplimiento de las metas propuestas y la fácil manipulación a la que pueden estar expuestos.
El sentido de la justicia
Un líder debe ser capaz de reconocer y dar mérito al trabajo de sus trabajadores o seguidores cuando alcanzan el éxito o este se ve cada vez más próximo debido a la ejecución de tareas de forma eficiente, el entusiasmo con que las emprenden y el compromiso que presentan.
Bajo ningún motivo un líder puede otorgarse todo el mérito del desarrollo y los resultados, acreditando su persona de forma pública, sin contar con la presencia de su equipo. Esto lo que genera es un ambiente de tensión, estrés, injusticia y desagrado en el entorno laboral, familiar o donde se presente.
Determinación
La persona que esté en esta posición, debe ser segura y confiada de su persona en cuanto a la toma de decisiones. Careciendo de esta capacidad, no es posible que se dirija con éxito.
Un líder que adopte las dudas y los interrogantes y los exponga como respuesta a una situación desfavorable o en la que deba dar una instrucción de forma importante, reducirá las posibilidades de alcanzar el éxito que el equipo se haya propuesto desde el inicio.
Planteamiento del trabajo y el plan que se seguirá
El líder que ejecuta sus acciones mediante la intuición, la pretensión y la perspicacia, es un barco que navega sin la visión fija hacia el destino al que debe ir, pues va a todas partes y ninguna parte a la vez.
Es por esto que es de gran relevancia que la persona a cargo del liderazgo dentro del grupo, planifique y estructure planes con base en los acuerdos que su tipo de liderazgo le proporcione y posteriormente los siga con el apoyo y trabajo de sus seguidores y/o trabajadores.
Más trabajo
Una de las respuestas que se dirigen directamente hacia la pregunta ¿Cómo ser un buen líder?, es que esta persona trabaja mucho más que los demás y de lo que exige a sus trabajadores. Tiene la voluntad de hacerlo, porque toma seriamente su responsabilidad de influir sobre sus seguidores.
Un líder evidencia la manipulación, el aprovechamiento y el oportunismo, en la medida en que no ejerce la misma, o en este caso, más cantidad de trabajo con respecto a la que ordena o propone, (según sea el tipo de liderazgo) a sus trabajadores. Esto lo que expone, es un mal sentido del concepto de liderazgo.
El carisma y la personalidad agradable
El trabajo es mucho más sencillo y agradable cuando un líder cuenta con virtudes y características propias de su personalidad como el respeto hacia sus seguidores, la motivación, el positivismo, y en general, adopta una personalidad simpática.
Existen casos donde estas personas son tomadas como líderes de forma espontánea por lo agradable, grata, interesante y atrayente que resulta ser su compañía, aunque carezcan de otros aspectos que indiscutiblemente deben tener cualquier persona que quiera asumir el cargo de liderazgo.
La motivación se da de forma natural, pues los seguidores se sienten a gusto de tener al mando una persona que los dirija bajo esta personalidad.
La escucha y la comprensión
La capacidad de escuchar a sus seguidores debe ser un factor propio del líder. Esta persona debe ser capaz de comprender, interpretar y discernir molestias, problemáticas, angustias y/o preocupaciones que afectan la vida de sus trabajadores. En esta medida, el líder debe comprender y reconocer a sus integrantes como seres humanos y no instrumentos para alcanzar la meta que se haya fijado.
La maestría
El líder es también un maestro, pues contempla la posición de ser un ejemplo a seguir. Es clave tener esto en cuenta para ser un buen líder, pues si se mantiene esta idea, la persona procurará que ningún valor ni ninguna tarea quede por fuera en su labor de liderazgo.
La voluntad
Una persona que asume el liderazgo de un grupo determinado lo hace por voluntad propia. Bajo ninguna circunstancia se somete a alguien a adoptar este cargo sin su consentimiento y aprobación. Cuando esta es una cuestión de obligación y no de elección, el líder puede generar un ambiente tensionante y negativo en cuanto al entorno y el desarrollo del trabajo, pues está en contra de sus preferencias y no es candidato para tomar el papel de un buen líder.
Por otro lado, es una labor que se debe realizar con optimismo y con el anhelo y la intención de llevarlo a cabo de la mejor manera. Cuando la labor no se hace bajo estos parámetros, el puesto será vaciado en muy poco tiempo.
Un líder acompaña y acoge un error de un seguidor como si fuese propio, tal es la responsabilidad y el empalme que debe sentirse por esta labor. Además, la responsabilidad de trabajar de forma eficiente o con algunas falencias, recae sobre el líder directamente, pues es el gestor y encargado de la actividad que se esté realizando en pro del beneficio que obtendrán todos los integrantes al finalizar.
La cooperación
Para ser un buen líder, es importante no descartar, bajo ningún motivo o situación el trabajo colectivo. Esto quiere decir que, la persona a cargo del liderazgo dentro del grupo debe adoptar y aplicar el principio que referencia al esfuerzo de la cooperación como mecanismo de alcance y buena ejecución de un plan para llegar a la meta. Adicional a esto, debe estimular este mismo principio en sus seguidores para que apliquen la misma técnica.
Este paso para la consecución de un buen liderazgo, reposa básicamente en el saber cooperar con todos los integrantes y lograr que los demás comprendan este concepto para que lo apliquen posteriormente en sus departamentos de trabajo u otras situaciones. Se debe promover la sinergia de trabajo por y para todos.
¿Qué se debe evitar para ser un buen líder?
Así como anteriormente conocimos una lista de conceptos que nos ayudarán en el proceso para ser mejores líderes, existe una serie de circunstancias y factores que no permiten que se lleve a cabo un buen liderazgo. Así que, teniendo esto en cuenta, vamos a conocer cuáles son las cosas que debemos evitar para ser un buen líder.
Falta de organización
Como mencionamos anteriormente, es de vital importancia que el líder cuente con un plan que haya sido estudiado a detalle y en esta medida, sea estructurado y planteado para llevar a cabo su gestión que lo supone como líder.
Esto asume que es de total menester que el líder sepa organizar y edificar los detalles y los puntos que van en el contenido del desarrollo del trabajo.
La ineficiencia de un líder se manifiesta cuando dice estar copado de otras obligaciones como para atender diligencias u otras situaciones dentro de lo que, como líder le corresponde. Esto no significa que el líder se encarga de la totalidad del trabajo pero sí, la mayoría. Las tareas bien pueden estar sujetas a reglamentos por los altos mandos o por el contrario, ser construidas con el equipo, esto dependerá del tipo de liderazgo que se esté implementando.
Carece de amabilidad
Con este punto nos referimos a que la prestación de sus servicios no se hace con total agrado, gentileza o cordialidad. Por el contrario, se muestra como una persona no humilde, exponiendo la antipatía y la animadversión.
Seguidores como competencia
Este es un caso muy común dentro del liderazgo, pues los líderes ven a sus trabajadores como rivales, lo que representa un riesgo para ellos en esta gestión. Es importante que los integrantes del grupo no se vean como competidores, sino como el equipo consolidado y fuerte que deben preparar para alcanzar un objetivo que beneficiará a todas las partes.
Otros factores que afectan el camino hacia un buen liderazgo, son la falta de imaginación y creatividad, el egoísmo, un aumento en cuanto la autoridad que les es otorgada y la deslealtad.
Teniendo estos pasos y recomendaciones en cuenta, aumentan las probabilidades para encontrar el camino y ser un buen líder, capaz y responsable. Además de contemplar en su mecanismo de trabajo todas las pautas y aspectos que son indispensables a la hora de liderar, así podremos hacerlo de la mejor manera, orientando al equipo a la consecución de ese logro que nos hayamos propuesto.